sábado, 9 de abril de 2011

CRISIS EN LIBIA


Hasta hoy Gadafi luce atrincherado en Trípoli, dispuesto a resistir y a armar a sus partidarios, para librar lo que a su juicio sería la gran batalla final, lo cual es indicio de que el peligro de guerra civil, si no se produce una mayor deserción del Ejército que todavía le es leal, es un hecho, porque lo más probable es que la oposición reciba apoyo militar desde Europa y Estados Unidos, a través de los principales puertos que dominan y por donde sale la mayor parte del petróleo que Libia exporta.

Y aunque Gadafi, según cables internacionales, estaría recibiendo apoyo desde Zimbague, de parte de Mugabe, en pocos días podría ser acorralado por fuerzas superiores y las batallas dejarían miles de muertos y heridos, algo que ningún demócrata puede admitir como forma de lucha en el siglo XXI, cuando la Unión Soviética se derrumbó a finales del siglo XX, sin que los cañones y menos los tanques y aviones del Ejército Rojo dispararan contra la población civil.

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